La mayoría de las escuelas de Arkansas empiezan la semana que viene, y hoy me gustaría ofrecer algunas ideas mientras nos dirigimos a un año académico como ninguno en mi vida.
Una de mis cosas favoritas del nuevo año escolar en Gravette, donde crecí, fue ir a la tienda McAlister's Grocery and Hardware para comprar material escolar.
En mis tiempos, comprábamos lápices, pastillas Big Chief, y pequeños cubos de plástico de pasta blanca con un esparcidor incorporado en la tapa. En el instituto, tomábamos notas con bolígrafos en cuadernos de espiral. Los profesores escribían en pizarras con tiza. Aprendimos ciencias con tiras de película y retroproyectores.
El mundo ha cambiado mucho desde aquellos simples días. Los cromebooks y los iPads han reemplazado al lápiz y al papel. YouTube ha reemplazado a los proyectores de cine. Esos cambios ocurrieron gradualmente, y tuvimos tiempo para ajustarnos. No tuvimos que tirar de repente todo lo que nos era familiar.
Pero la pandemia ha cambiado casi todo en la vida, y lo cambió en un instante. Es como si nos despertáramos una mañana en un mundo donde nada es igual. Ese tipo de cambio rápido es comprensiblemente inquietante.
COVID-19 ha cambiado la educación de manera dramática. Ya sea que empiece el jardín de infantes o termine la universidad, este año no se verá como el año pasado. Pero lo básico sigue siendo el mismo. Los maestros compartirán nuevos conceptos con sus estudiantes. Los trabajadores de la cafetería prepararán comidas deliciosas. Después de una semana de aprendizaje, los estudiantes animarán al equipo de fútbol los viernes por la noche.
Ya hemos tenido una valiosa experiencia en el replanteamiento de la escuela. En los últimos tres meses del semestre de primavera, la pandemia nos obligó a alterar la forma en que vivimos, celebramos y aprendemos. Esto significa que hay muchos cambios. Pero también hay algunas lecciones de vida importantes de todo esto. En la escuela y en la vida, algunas de las lecciones más valiosas no vienen de los libros, sino de la experiencia. Este año, además de la literatura, la codificación informática y la biología, aprenderemos una serie de importantes lecciones de vida, tales como que podemos adaptarnos a los cambios que el coronavirus nos ha impuesto.
Además, es importante que no sólo comencemos el año escolar sino que lo terminemos. Y para hacer esto, todos nosotros debemos rendir a un nivel más alto y trabajar en equipo. Todos somos responsables individualmente, pero también dependemos unos de otros para tener éxito en la lucha contra el virus. Estamos viviendo un momento histórico. Lo superaremos. Este año escolar será más fácil si cada uno de nosotros hace su parte. Lávense las manos. Usen una máscara cuando sea apropiado. Mantengan su distancia social. Sean pacientes y amables con sus compañeros y profesores.